La enfermedad que desde hace años padecía y que fue mermando sus facultades acabó ayer con Charlton Heston, el actor histórico por excelencia. Murió en su casa de Beverly Hills, rodeado de su familia y como uno de los últimos grandes del cine. Aunque en sus últimos años públicos fue más recordado por su desmedida defensa de las armas al frente de la Asociación Nacional del Rifle que por sus apariciones en la gran pantalla (de la que se retiró definitivamente hace más de cinco años) siempre quedarán en nuestra memoria los grandes hombres a los que interpretó.
Con decénas de películas a sus espaldas, el estrellato le llegó en los años 50, periodo en el que se convirtió en una de las primeras opciones de los directores para según qué papeles. Los diez mandamientos, Ben-Hur (por la que ganó un Oscar), 55 días en Pekín y El Cid son algunos de los ejemplos de interpretación de un actor a la antigua usanza a quien le encantaba ejercer de héroe en el cine. Los históricos fueron sus personajes predilectos, pero también se dejó ver en epopeyas futuras como El planeta de los simios. Incluso, llegó a repetir en el inefable remake de Tim Burton con un pequeño papel. Charlton Heston ha sido y seguirá siendo (afinidades a un lado) uno de los rostros más populares del cine. Sin él, la Semana Santa no hubiese sido lo mismo.
domingo, 6 de abril de 2008
Adiós a Charlton Heston
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