sábado, 27 de octubre de 2007

No te duermas

Crítica de Invasión.

Invasión no es más que la enésima película que revisa el mito de la posesión alienígena, como ya hiciera hace décadas la pionera La invasión de los ladrones de cuerpos. En ésta, un virus adherido a una lanzadera espacial que se ha estrellado se expande por la Tierra infectando a todos y convirtiéndolos en una especie de zombis que se comportan de forma extraña. El virus, que muta el ADN de los infectados durante el sueño REM, aniquila las emociones humanas y, aunque la memoria no cambia, el comportamiento se asimila al de una máquina. Ni siquiera pueden sudar. Pero como en toda película de ciencia ficción, la humanidad tiene que tener una esperanza. De ahí que haya personas inmunes, como el hijo de la protagonista (Nicole Kidman). Para lograr su salvación la estoica madre inicia una auténtica batalla campal en la que contará con la ayuda del pueblerino Daniel Craig, quien, bien es cierto, su incapacidad para mover los músculos de la cara, no lo diferencia mucho de los auténticos infectados.

La película de Oliver Hirschbiegel, director también de la aclamada El hundimiento, se parece a todas las de su género, pero especialmente (quizás porque la tengamos más reciente) a 28 semanas después. Secuencias sospechosamente similares (será que el tema no deja ya mucho a la imaginación) e, incluso, el mismo sistema de escape que ya utilizaron los inmunes de la historia de Fresnadillo. Pero, salvo algunas escenas de persecución aceptables, la historia se pierde en los laberintos de un tema demasiado manido y que necesita de una reinvención para llegar a sorprender e interesar al espectador.

Pese a que la película no puede ser catalogada como mala (la dirección deja ver su adiestrada mano), no resulta convincente en muchos casos. Sólo Nicole Kidman, que parece haber rejuvenecido hasta 20 años en este papel, sabe estar. Ya conocíamos su capacidad para captar el pánico y aquí vuelve a dar una lección alrespecto. Lástima que su partenaire, Daniel Craig, no estuviese a la altura de la Kidman, quien ella sola ejerce de salvadora de su hijo y de la humanidad entera.

Poco más puede decirse de Invasión, salvo que el esfuerzo que la protagonista debe hacer para no dormirse y evitar así que actúe el virus, que se encuentra en su organismo después de que su marido la vomitase encima (esto es tan literal como desagradable), se traslada al espectador. Éste debe mantener la precaución de no caer en un sueño profundo en su butaca. No vaya a ser que cuando despierte se haya convertido en un Daniel Craig más. (M. J. Arias)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues a mi la Kidman no me gusta nada, sobre todo porque creo que está haciendo peor cine que nunca... Saludos