Puede que aquellos que se hacen llamar trekkies no estén muy satisfechos con él, pero los cinéfilos en general y la prensa en concreto tienen dos cosas que agradecerle a J.J. Abrams. La primera, su talento y saber hacer en esto del cine. Y la segunda, la cercanía y profesionalidad con la que se mostró este viernes en Madrid en la presentación ante los medios de Star Trek. Le bastaron un par de minutos para hacer reír a los presentes con sus ágiles respuestas y convertir la rueda de prensa en entretenimiento del bueno, como sus trabajos. “Como yo no era un fan de Star Trek no pensaba que fuese un texto sagrado, pero sabia que había unos fans a tener en cuenta” reconoce el creador de Perdidos. Un sinceridad aplastante.
Efectivamente, no seguía la serie cuando era pequeño, él era más de Star Wars, aunque asegura que tras hacer la película ve los viejos capítulos con otros ojos y se siente “como alguien que ha llegado tarde a la fiesta”. Ha llegado a destiempo, pero con un posible éxito debajo del brazo. “Es un poco presumido pensar que al público le vaya a gustar tanto como para hacer una segunda parte”, aunque, por si acaso, existe un acuerdo cerrado con los guionistas y los actores para una segunda entrega.
En la mesa, Abrams no estuvo sólo. A su derecha le flanqueban Chris Pine (James Kirk) y Eric Bana (Nero) y a su izquierda, Zoe Saldana (Uhura) y Zachary Quinto (Spock). El nuevo primer oficial de la nave Enterprise reconoció haber sentido un gran alivio al contar con Leonard Nimoy en el reparto: “Tener al Spock original cerca me quitó un poco la presión de encima”. Sin embargo, convencer al primer vulcaniano en la Flota Estelar de participar en el proyecto fue algo complicado. Había prometido que nunca más se colocaría las orejas puntiagudas y cuando Abrams le habló de su idea “no decía ni sí ni no y pensábamos que si decía que no estábamos jodidos”. Pero aceptó y ha sido un gran apoyo para todo el equipo.
No habría sido tan fácil para Chris Pine si hubiese tenido al antiguo James T. Kirk a su lado: “Si yo hubiese tenido la presencia de William Shatner al lado, sabiendo como trabajo, habría sido difícil encontrar el equilibrio para el personaje”. Hasta el propio director/productor reconoce que habría resultado raro contar con él. Y no porque no quisiesen, sino porque su personaje estaba muerto y resucitarlo habría sido un truco demasiado estrepitoso.
Poca atención acapararon Eric Bana y Zoe Saldana, circunstancia que fue aprovechada por Abrams para desplegar sus mejores dotes como showman. Primero obligó a la protagonista femenina de la película a utilizar sus nociones de castellano para ejercer de traductora. Después aseguró que no le importaría rodar una supuesta segunda parte siempre y cuando Bana no participe en ella, porque la mayoría del presupuesto (unos 150 millones de dólares) se lo llevó su caché. Un derroche de espontaneidad que demuestra que la vis cómica de sus guiones es pura inspiración. Eso sí, tampoco se quedó atrás el que fuera Hulk. Preguntado por sus inicios en comedias románticas australianas, Bana aprovechó devolverle el chiste al director. “Cuando J.J. me vendió la historia me dijo que sería el galán romántico. Así que doy por hecho que en la próxima entrega Nero encontrará a su media naranja”, bromeó.
Y la rueda de prensa se acabó entre prisas por hacer una última pregunta. Poco tiempo para disfrutar del talento de J.J. Abrams que demostró que, además de dirigir, también sabe cómo ganarse al público en el cara a cara. Nada de divismo hollywoodiense y mucho humor y modestia, aunque de esta última sólo la necesaria, por también tiene su ego de genio. No en vano, se decidió a dirigir Star Trek porque cuando leyó el guión sintió “celos de que lo hiciese otro”. (M. J. Arias)
viernes, 17 de abril de 2009
J. J. Abrams: "No era fan de Star Trek"
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Leyéndote me has teletransportado a la rueda de prensa. Muy bueno.
¡Está haciendo mal el saludo vulcaniano! ¡Sólo se separan los dedos anular y medio! ¿Y a dónde va ese pulgar? Gfrsss...
Publicar un comentario