Del Toro se apunta al Hobbit

Lo había dicho por activa y por pasiva. "Quiero dirigir la adaptación cinematorgáfica de El Hobbit". Pues sólo era cuestión de insistir, porque, ayer, en una rueda promocional de El Orfanato, se confirmó que Guillermo del Toro tomará las riendas del proyecto. Éste, supervisado por Peter Jackson, llevará a la gran pantalla el intrépido y magnífico viaje de Bilbo Bolson y un grupo de enanos en busca de aventuras. Dragones, elfos, el mago Gandalf y Gollum, al que el tio de Frodo arrebatará el anillo único que dará origen a la posterior en el tiempo (literariamente hablando El señor de los anillos), conforman el elenco de protagonistas.

Del Toro espera ponerse en marcha con este nuevo proyecto para el mes de julio, cuando ya haya acabado el proceso de postproducción de Hellboy 2. Sin embargo el estreno no será hasta, probablemente, las Navidades de 2010. Eso la primera parter. Porque la historia de Bilbo será rodada como una única película que posteriormente será proyectada en dos capítulos. Como ya ocurrió con El señor de los anillos.
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Bardem acelera hacia los Oscar

El camino de rosas y espinas que es toda carrera de actor se ha convertido para Javier Bardem en una auténtica alfombra de pétalos rojos. La huelga de guionistas nos privó de ver al que ahora es nuestro actor más internacional codeándose con las estrellas del firmamento hollywoodiense y arrebatarles sus propios premios, pero, ayer, Bardem se resarció y pudo subir al estrado a recoger otro premio más por su malo malísimo de No es país para viejos. Allí, en lo más alto, Bardem dedicó el premio a su familia y a todos los actores en general. Un discurso sentido y breve, que no es cuestión de aburrir al personal presente en la ceremonia de entrega de los premios del Sindicato de Actores.

Allí, en Los Angeles, donde se celebró el ágape, estaban todos. Entre ellos, el gran Tommy Lee Jones, nominado también por No es país para viejos, y que se quedó sin premio por culpa de Bardem. Bueno, no estaban todos, porque los piquetes no hicieron acto de aparición y dejaron a sus amigos los actores (que tanto les han ayudado) disfrutar de su momento de gloria. Todo un detalle por parte de los escritores, que habrá que ver si con la Academia tienen tantas consideraciones y no le boicotean la ceremonia de los Oscar.

Aquí tienen la lista completa de los galardonados.

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Burton: “No espero nada de los Oscar”

Ejercer de chico raro del barrio siempre ha conllevado unas connotaciones negativas que, con Tim Burton, podríamos, cuanto menos, cuestionarnos. Vale que el director estadounidense no se amolda a los clichés sociales establecidos, pero cuando uno lo tiene cerca se da cuenta de que no se trata de la persona asocial y malencarada que podría haber sido. De hecho, podría definírsele, incluso, como un tipo agradable. De lo contrario, resultaría imposible explicar como ayer (por el 21 de enero) pudo aguantar estoicamente que una nube de periodistas mitómanos (incluido el que suscribe esta noticia) se le lanzasen encima en busca de una dedicatoria para sus libros, películas o un simple papel.

Ése fue el colofón a la rueda de prensa dada en Madrid para presentar su nuevo trabajo, Sweeney Todd, un musical de terror en el que ha vuelto a colaborar con su actor fetiche, Johnny Depp, para el papel protagonista y que se estrenará en España el próximo 15 de febrero. “Ha sido muy estimulante, porque tener la música dentro del rodaje fue maravilloso”, explicó nada más comenzar la rueda de prensa el excéntrico Burton que, como no, apareció ataviado de oscuro y con sus inseparables gafas. Eso sí, con sólo unos minutos de retraso sobre el horario previsto. Algo que siempre es de agradecer y que no está tan extendido como debiera.

Se trata del sexto trabajo que sale de aquel matrimonio cinematográfico surgido a raíz de Eduardo Manostijeras. Allí, con el marco incomparable del precioso cuento que representa la película, nació la unión entre Depp y Burton. La imaginación del director encandiló al actor, que sólo tuvo que demostrarle sus dotes interpretativas para metérselo en el bolsillo. Oírles hablar al uno del otro es como escuchar a dos adolescentes. “He trabajado con él en seis ocasiones, pero es como si hubiese trabajado con seis personas diferentes”, relataba ayer el director de Burbank sobre Depp, al que se niega a ver como un galán de cine. “Es un actor de rol, de personaje, parecido a los antiguos actores de terror”. Nada que objetar.

Pero en la película no sólo repite Depp. La réplica se la da la compañera sentimental del director, Helena Bohan Carter, que interpreta a la Mrs. Lovett, una mesonera con unas recetas fuera de lo común. “Tuvo que pasar un casting”, comentó Burton, que aseguró, por activa y por pasiva que el único que tenía el papel asegurado era su amigo. Fue precisamente hablando de Bohan Carter cuando Burton dejó aparecer ese humor que le caracteriza. Cual Icaboh Crane, respondió con ingenio a la envenenada pregunta de si había disfrutado viendo arder a su esposa. “A mitad del rodaje nos enteramos de que estaba embarazada, así que no pudimos empujarla con tanta fuerza como queríamos”. El público ya estaba en el bolsillo. Carcajada general y comentarios por lo bajo.

Momento que se repitió cuando Burton reconoció que de los Oscar “no espero nada”, pese a que Sweeney Todd ha ganado dos Globos de Oro, uno como película y otro para Depp como actor principal de un musical o comedia. Pese a su sociabilidad aparente, a Burton aún le queda algo de ese niño retraído que fue en su infancia. “Sweeney Todd es una película para niños. Niños muy raros, pero niños”, quizá esta sea su venganza para con todos aquellos vecinos y compañeros de colegio que se negaron a jugar con él en su infancia. Ahora se venga “haciendo películas” como él dice y se mantiene lejos de la maquinaria hollywoodiense de Los Angeles. “Intento no convertirme en un producto de consumo y ser fiel a mí mismo”. Parece que, de momento, lo ha conseguido.

Después de casi una hora de rueda de prensa, Burton desapareció dejando tras de sí una estela de satisfacción generalizada, aunque no sea por su película, cuya crítica detallada les ofreceremos más adelante. (M. J. Arias)
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Crisis bursátil

Guillermo Arriaga, ex pareja profesional del director Iñarritu antes del enfado monumental, está poniendo en práctica otro de sus tremendos guiones entrecruzados, esta vez como responsable másimo del asunto. The Burning Plan tiene como protagonistas a Kim Basinger y a Charlize Theron, dos de las mujeres más espectaculares del panorama cinematográfico mundial, que hacen de madre e hija para la ocasión.

Y su próximo puzzle podría rodarse en Barcelona, con... ¡Bardem!. Me temo que acabaremos hasta la coronilla de este hombre, a pesar de sus grandes dotes como actor. A lo mejor empieza a diseñar ropa, como su quierida Pe, y entonces sí que le veremos hasta en la sopa y en publicidad, que es lo que le falta. En cualquier caso, debe aprovechar el momento, que la cosa, o la bolsa, no están para juegos (¿para cuando una peli de brokers?).

Por cierto, que me llena de orgullo y satisfacción, parafraseando al abuelo de Sofía, que los Razzies puedan ir a parar a Jessica Alba (el odio hacia ella es puramente intencional, es demasiado guapa), a Lindsay Lohan (en fin) y a Bratz (...), entre otras. Creo, de hecho, que estos premios deberían entregarse a la vez que los Oscar y darle un poco de salsa al glamour sobrio de los Armani's y las CH's. Haré una proposición no de ley.

Por cierto, que hoy conoceremos quién es candidato a cada Oscar y si la gala de las galas se suspende o no... Como ya saben, me niego a creelo, a pesar de la crisis bursátil. Y un consejito, miren detenidamente el site que ya se ha puesto en marcha por los amigos de Sony para la película En el punto de mira, con un intento de asesinato muy norteamericano en nuestro país y con un reparto conocidísimo. Su estreno está previsto para el 29 de febrero. Leer más...

Cuestión de voluntad

Crítica de La stella che non c'è.

Todo el mundo tiene una meta en su vida y Vincenzo Buonavolontà no es menos. Sin artificios que valgan y con los dos protagonistas cómo único arma narrativo, La Stella che non c’è es la historia de un hombre (un buen hombre) que sólo quiere cumplir con su deber. Vincenzo, al que da vida un enternecedor Sergio Castellitto, es capaz de abandonar su tranquilo mundo en una ciudad del litoral italiano para embarcarse en un viaje no se sabe si con retorno hacia China. Su misión es entregar a los nuevos dueños de su alto horno una pieza que debe sustituir a la defectuosa. Un periplo que se torna cada vez más complicado y en el que tropieza, casi por casualidad, con Liu Hua (Ling Tai), una lugareña con la que tuvo un encontronazo en Italia y que en tierras asiáticas se convertirá en la guía perfecta.

La Stella che non c’è (La estrella ausente en su traducción al español) no es más que la historia de dos personas muy diferentes a quienes la necesidad une. De un lado el señor Buonavolontà, cuyo apellido ya describe y al que Castellitto toma la medida a la perfección. Obstinado cuando debe serlo, dramático cuándo la situación lo requiere y cómico hasta reírse de sí mismo son las características de un personaje del que poco más sabremos que lo que dicen de él sus actos. Un desconocimiento que contrasta con la profundidad de la protagonista femenina, una casi debutante Ling Tai, a quien la falta de expresividad de su rostro la rodea de un halo de misterio aún más profundo. Una carencia comunicativa que Castellito logra solventar con creces. Y es que la película se sustenta básicamente en él, en su personaje cargado de una buena voluntad que emana felicidad a quienes le rodean y que traspasa los límites de la pantalla.

Con sólo dos protagonistas, China se convierte en el tercero en discordia. Un país al que Vincenzo no termina de entender, pero al que acabará amando. Paisajes urbanos plagados de progreso en cada esquina contrastan con la dureza de las aldeas y fábricas más recónditas. Un viaje poco turístico e intimista en el que los personajes se van conociendo poco a poco y en el que es espectador acaba por sumergirse. Con su nueva película (que aterriza en España con dos años de retraso), Gianni Amelio demuestra como del argumento más simple y (quizás) absurdo puede obtenerse un resultado más que meritorio. (M. J. A.)



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2+2=4, aquí y en Oxford

Crítica de Los crímenes de Oxford.

Pasito a pasito, Alex de la Iglesia ha demostrado que puede casi con cualquier cosa. El riesgo asumido en sus películas viene siendo cada vez mayor, y esto le ha permitido, entre otras cosas, pulir de forma excepcional su capacidad para dirigir actores. Y no sólo eso, al tener una idea muy clara de lo que quiere hacer con la cámara es muy improbable que el espectador quede decepcionado con sus películas. Una adaptación en inglés con plantel internacional ha sido ahora su gran reto, que salva con un notable.

Fuera de los límites del director vasco, Los crímenes de Oxford toca el viejo tema de la casualidad vs causalidad. Un discurso del impecablemente británico John Hurt da buena cuenta de ello desde el minuto uno del metraje. Basada en una novela del mismo título del escritor argentino Guillermo Martínez, esta historia repasa ciertos conceptos muy de moda últimamente en torno a las matemáticas y su doble significado. Nada que ver, no obstante, con recientes productos –alguno que otro español- con elevadas aspiraciones.

'Fibonaccis' aparte, el hecho de que De la Iglesia meta las manos en la masa de algo tan de best seller no quita para que su obra pueda presumir de ciertos momentos tan brillantes como él mismo. El fantástico plano secuencia que nos hace abrir la boca algo pasado el comienzo del film y que recuerda, por ejemplo, a Fallen, parece tocado por una varita mágica. El baile de la lente es perfecto. No le falta tampoco el humor inglés en algunos diálogos, además de un homenaje evidente al cine negro de los 40.

Hitchcock y otros maestros del suspense también piden paso en Los crímenes de Oxford que, sin ser un peliculón, es un intento muy digno de querer jugar a malos y detectives con el espectador. El guión cierra un círculo (¿matemático?) y no deja ninguna grieta, lo que podría considerarse un aspecto facilón del mismo, ya que las divagaciones sobre los Wittgenstein de turno se quedan para los lectores del volumen. De él se ha entresacado la acción que, sin embargo, acusa algún momento de flojera allá por la mitad del film.

Tanta explicación, justificación, tanta evidencia adornada con flasbacks, así como el ir deduciendo las cosas de la manita del protagonista -aunque siempre por delante de él-, hacen a uno pensar que hasta la señora Fletcher anda detrás de todo y se ha camuflado con astucia detrás de la careta del meritorio Elijah Wood, actor con más registros de los que aparenta. Hurt, obviamente, le pisotea en su recreación de un sabio pasado de moda. Y lo mismo ocurre con Julie Cox, en su papel de rubia histriónica ‘solterona’.

Watling está suave, como siempre, y no desentona casi nada con el resto del plantel, pero no se distingue si es mujer fatal o una incomprendida. Eso sí, los personajes rezuman exageración por los cuatro costados, incluido el primo de Poirot. La sobreactuación como parte esencial de sus roles, sus caras desencajadas en momentos clave y, en algunos casos, su físico particular, hacen que unos gramos de parodia se apoderen de forma bien calculada de las situaciones que viven. Son ingleses y freaks.

Y eso es una constante en el cine de De la Iglesia, que no se resiste a dejar, aunque sea imperceptiblemente, su sello personal. Sin la pizca de gore –imprescindible- tampoco estaríamos hablando de algo suyo. Quizá en Los crímenes de Oxford el cineasta deje ver todas sus cartas, pero no hay duda de que el efectismo, arma muy válida en el mundo del celuloide, no queda nada mal parado. Por cierto, que la trama va de asesinatos en serie siguiendo una fórmula determinada, por si no lo habían cogido... (M.M.L.) Leer más...

Bardem y Burton triunfan en los Globos

Sin glamour, sin ceremonia, sin discursos de agradecimiento y sin premiados. Así se dieron a conocer los ganadores de los Globos de Oro de este año, que se vieron eclipsados por una huelga de guionistas que está poniendo patas arriba a Hollywood. Pero, aunque no pudiesen recorrer la alfombra roja, los premiados no dejan de ser unos triunfadores encantados de serlo. Como el aplaudido Javier Bardem, que, como pronósticaban todas las quinielas, se hizo con el premio al Mejor Actor Secundario por su sanguinario personaje en No country for old men. Triunfó Bardem, pero también Tim Burton, que vio como Sweeney Todd ganaba en la categoría de Mejor Comedia o Musical y como su actor fetiche, Johnny Depp, se adjudicaba el trofeo al Mejor Actor de Musical y Comedia. Un apluso especial merece la Mejor Película de Animación, Ratatouille, todo un acierto del binomio Disney-Pixar.

Lista compelta de los Globos de Oro de 2008:

Mejor película: Atonement, de Joe Wright
Mejor director: Julian Schnabel, por The Diving Bell And The Butterfly
Mejor actriz dramática: Julie Christie, por Away From Her
Mejor actor dramático: Daniel Day-Lewis, por 'here Will Be Blood
Mejor comedia o musical: Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street, de Tim Burton
Mejor actriz de musical o comedia: Marion Cotillard, por La Vie En Rose
Mejor actor de musical o comedia: Johnny Depp, por Sweeney Todd
Mejor actriz secundaria: Cate Blanchett, por I'm Not There
Mejor actor secundario: Javier Bardem, por No Country For Old Men
Mejor película de animación: Ratatouille, de Walt Disney y Pixar
Mejor película en lengua extranjera: The Diving Bell And The Butterfly (Francia, EEUU)
Mejor guión original: No Country For Old Men, de Ethan y Joel Coen
Mejor banda sonora: Atonement, de Dario Marianelli
Mejor canción original: Guaranteed, de Eddie Vedder para Into The Wild
Mejor serie dramática de televisión: Mad Men, emitida en la AMC
Mejor actriz en una serie dramática de televisión: Glenn Close, por Damages, de la FX Nework.
Mejor actor en una serie dramática de televisión: Jon Hamm, por Mad Men, de la AMC
Mejor serie de comedia o musical para televisión: Extras, de la HBO
Mejor actriz en una serie de comedia o musical para televisión: Tina Fey, por 30 Rock, de la NBC.
Mejor actor en una serie de comedia o musical para televisión: David Duchovny, por Californication, de la Showntime
Mejor miniserie para televisión: Longford, de la HBO
Mejor actriz en una miniserie de televisión: Queen Latifah, por Life Support', de la HBO
Mejor actor en una miniserie de televisión: Jim Broadbent, por Longford, de la HBO
Mejor actriz secundaria en una serie o miniserie de televisión: Samantha Morton, por Longford', de la HBO
Mejor actor secundario en una serie o miniserie de televisión: Jeremy Piven, por Entourage, de la HBO. Leer más...

Futuro incierto

Pues dicen ahora que Sundance, a sus 30 años, se ha vuelto un festival comercial. Pocos se salvan en realidad, como la Seminci o similares. Nada es lo que era, si hasta Spiderman parece que se separa de Mary Jane (era su sino, ¿no?: el atormentado Maguire no podría mantener esa cara de corderito degollado...); y los guionistas pueden dejar sin alfombra roja a los Oscars, aunque eso no me lo termino de creer, hay demasiado dinero en juego de diseñadores y joyeros, los verdaderos 'mandamases'.

A ver qué deciden finalmente los trabajadores de la palabra, que sin embargo sí se premian a ellos mismos; porque lo valen. El futuro es hoy incierto, sobre todo por quién se meterá la noche de autos con Bush JR o hará bromas light con Obama y Hillary. Si es que sólo porque se lo den a Bardem ya debería celebrarse, a pesar del madrugón y la censura.

Hablando de tipos curiosos. Ya les habíamos hablado largo y tendido de Sweeney Todd, lo nuevo de Burton -pronto estará aquíii-, pero no les habíamos mostrado imágenes decentes. Así que ahí van por duplicado. Por ahí abajo les dejo el trailer, que los más ansiosos ya habrán disfrutado. Aquí arriba, imágenes de la premiere europea del jueves en Londres.

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Los Globos de Oro, sin ceremonia

La amenaza promulgada por los guionistas de cine y televisión de poner piquetes en la entrada a la ceremonia de los Globos de Oro ha surtido efecto y los responsables han decidido suspenderla. El boicot fue anunciado hace unos días por el sindicato de guionistas, en huelga desde el pasado 5 de noviembre, y respaldado por muchos de los actores nominados a estos prestigiosos premios que, este año, serán mucho menos glamourosos. Así, el próximo 13 de enero no habrá ceremonia, ni entrega de estatuillas, ni cena. En su lugar, una rueda de prensa en la que se anunciarán los nombres de los galardonados. Sin duda un duro palo para los productores, que, pese a todo, siguen reacios a ceder parte de los ingresos por la comercialización de DVD's y otros nuevos sistemas de distribución a los guionistas, cuya protesta mantiene paralizadas series de televisión, programas y películas.
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Los más buscados de 2007

La base de datos cinematográficos IMDB (que de tantos apuros nos ha sacado en más de una ocasión) ha elaborado una lista con las consideras estrellas de 2007. Con 25 nombres en su clasificación, IMDB ha realizado este repaso al año en base a las búsquedas de sus usuarios. En cabeza se encuentra el polivalente Jonny Depp, mientras que el último más buscado (de los 25) es el gran Al Pacino. Lo que deja claro este recuento es que a los internautas lo que le gustan son las caras bonitas, ya sean masculinas o femeninas, y los cuerpos 10. Christian Bale, Zack Efron, Brad Pitt, Leonardo Di Caprio y Gerard Butler (el Leónidas de 300) son algunos ejemplos. Entre las chicas, las clásicas y tan de moda Scarlett Johansson, Jessica Biel, Jessica Alba y todo un descubrimiento, la chearleader de Heroes, Hayden Panettiere. ¿Por qué no aparece Peter Petrelli? Aquí tienen la lista entera.
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El casting de Spielberg

El nuevo proyecto de Steven Spielberg está haciendo correr ríos de tinta sobre quiénes serán los actores elegidos para dar vida a los nada menos que siete papeles protagonistas. Hace unos días se anunciada que Sacha Baron Cohen (el que fuera Borat y ya no lo és) es uno de los que ha pasado el casting para The trial of the Chicago 7, la historia de siete manifestantes que en 1968 iniciaron una fuerte campaña para sacar de la cárcel a un compañero de pancarta que fue condenado tras irrumpir en la convención demócrata y mostrar su desacuerdo con la guerra de Vietnam. Los ocho fueron acusados de provocar un motín y sumir en el caos a Nueva York, pero sólo uno fue condenado. A parte del de Cohen, hay otros nombres que suenan, como el del taquillero Will Smith. El último en surgir, de la mano de la revista Vanity Fair, ha sido el de Philip Seymor Hoffman, que recibió el Oscar por su interpretación de Truman Capote.
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Soy leyenda ¿2?

A los productores de Warner se les están agrietando las manos de tanto frotárselas debido al éxito de taquilla que ha supuesto el estreno de Soy leyenda. Tanto es así que ya están pensando en ponerse a rodar la secuela de la novela de Richard Matheson, a quien no parece haberle importado que la película tenga poco que ver con el texto que el escribió. De hecho, ya ha cedido a Warner los derechos de la siguiente parte. En Estados Unidos, la película dirigida por Francis Lawrence ha recaudado 332 millones de dólares (algunos millones menos en euros) desde que fue estrenada el pasado 14 de diciembre.

Soy leyenda (la película) cuenta la historia de Robert Neville (Will Smith), un científico militar que sobrevive a un terrible virus que convierte a los humanos en vampiros y que se cree sólo en la arrasada faz de la Tierra. Sin embargo, su lucha contra los hombres de la oscuridad y su afán por acabar con él se verá recompensada al descubrir que no está tan solo como creía.
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